Ermita Ntra. Señora de las Angustias

Direcciones
Sencilla pero hermosa edificación que empezó a construirse a finales del siglo XVI, estando bajo la advocación inicial de la Vera Cruz. El lugar elegido fue junto a la cruz del camino de Aceca, en extramuros de la villa, actualmente conocido como paseo de la Vera Cruz, junto a la carretera Cuesta de la Reina. En el siglo XVII se le empezó a llamar con el actual nombre, debido a la imagen de Ntra. Señora de las Angustias que en su interior se veneraba. Los milagros atribuidos a Ella a principios del siglo XVII hicieron crecer una gran devoción y fe hacia esta Virgen entre villasecanos y habitantes de pueblos limítrofes. En 1729 eran aprobados por el consejo de Gobernación y del Arzobispado de Toledo los estatutos de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias que estuvieron vigentes hasta 1899 y que rigieron la Cofradía hasta producirse una nueva actualización de los mismos para adaptarse a las normas canónicas en vigor.

La Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, desde su aprobación, se encarga de organizar los actos religiosos que se celebran en honor de su titular, cuya fiesta se conmemora el 8 de septiembre. La Corporación Municipal otorgó en 1959 a Nuestra Madre de las Angustias el título de Alcaldesa Mayor de la Villa.

El edificio es de una sola nave, con coro y capilla mayor, esta última separada del resto de la nave por una hermosa verja de madera del siglo XVII. Se cierra por medio de una bóveda de cañón con lunetos sobre la nave, y la capilla mayor con una bóveda de media naranja rematada con linterna. Guarda en su interior la imagen de Nuestra Señora de las Angustias con su Hijo muerto en los brazos (s. XVIII), majestuosamente instalada sobre una carroza construida por el artista madrileño Baldomero Aparicio, entre los años 1862-63. Otras obras de arte que podemos admirar son un Cristo con la Cruz a cuestas, otro Cristo atado a la columna y una completa colección del Apostolado (doce cuadros que representan a los doce Apóstoles, donados en 1869 por don Florentino Santos Jerez) así como un Viacrucis de azulejería talaverana del s. XVI.

Como nota curiosa para todo aquel que la visite, podrá apreciar un curioso cuadro conservado en su interior donde puede apreciarse cómo era la plaza de Villaseca en el siglo XIX, pues recoge íntegramente las fachadas del lado norte y oeste. En él, en la parte inferior, se representa la grave cogida sufrida por un torero en uno de los tradicionales festejos taurinos celebrados en la plaza. En la parte superior, la imagen de la Virgen de las Angustias en su carroza, a quien se atribuye el milagro de la pronta recuperación de las mortales heridas sufridas por el diestro

Al exterior, su antigua fisonomía, de clara tradición mudéjar propia de la arquitectura popular del s. XVI, con muro de aparejo toledano, se ha ido modificando por restauraciones sucesivas.

La fachada principal es sobria, con puerta central enmarcada en arco carpanel, protegida por un pequeño tejaroz; sobre él, una hornacina con la imagen de su titular, seguido de una cornisa sobre la que se eleva la espadaña con un solo claro de campana, rematada con frontón triangular. Zócalo de piedra, mampostería de ladrillo, adornos en el plinto de la espadaña, pilastras y molduras le dan un aspecto distinguido.